Hace pocos días se ha lanzado City of Brass un juego desarrollado por veteranos de la industria, la gente de Bioshock, creando un roguelike FPS ambientado en Arabia.
City of Brass es un típico juego de “runs” donde deberemos recorrer esta ciudad sitiada de enemigos esqueletos, magos, arqueros, y hasta “Bosses” (cada 3 niveles) intentando mejorar nuestro equipamiento y ganando oro al recolectar objetos de valor o cofres.
Para analizar el título debemos desmenuzarlo por partes, comenzaremos con las “runs” y lo que nos brinda el juego a nivel aventura. Principalmente al jugarlo una, y otra vez, el juego se repite, comenzamos frente a una puerta con un tiempo “Limitado” para escapar del nivel en el que nos encontramos. Avanzaremos pero teniendo ciertos recaudos, correr sin parar deriva en una muerte inmediata. Podremos utilizar vasijas, faroles, jarrones con fuego, fogatas para eliminar a los enemigos lentamente, los cuales nos esperan entre los pasadizos y patios de esta gran ciudad.
El juego nos brinda la opción por medio de “Genios” de mejorar el equipamiento, a cambio de dinero que le entregaremos a estos personajes. Hay algunas armas pero tampoco es una lista infinita, de hecho es bastante limitada, por otra parte ganaremos aspectos que otorgan ventajas durante el combate.
Volviendo a las “runs”, son iguales unas a otras, si bien es verdad que el mapa o escenario se genera de forma “procedural” el juego es repetitivo, carece de un nexo entre el personaje y su objetivo, la historia es pobre, y solo se basa en entrar a la “run”, matar esqueletos, llegar al boss, y repetir nuevamente. Que no se malinterprete, es un buen juego para entrar a jugar un rato, punto, es divertido pero no es un juego en el que invertiremos semanas de horas de vicio.
Además de las “runs” del primer modo del juego, el título también ofrece una “run” diaria que no es ni más ni menos que lo mismo que tenemos en el otro modo de juego.
Hay algunas cosas que podemos mejorar previo a ingresar a jugar, existe un sistema de “Blessings y Burdens” o mejor dicho bendiciones que activamos o desactivamos tanto positivas como negativas haciendo más fácil o difícil el juego. Sinceramente no me ha gustado para nada este concepto, es como una especie de “cheat” o ayuda que te brindan (en los que son efectos positivos) antes de empezar a jugar. Creo que el jugador debe ganarse esos efectos, debe poder lograrlos mediante ciertas acciones, con un solo click por ejemplo podemos activar una opción para que los “Genios” no nos cobren oro por sus objetos, me parece que realmente este aspecto de las bendiciones esta roto, y no ayuda en nada a la experiencia de juego.
City of Brass, es un título al mejor estilo dungeon brawler donde no solo debemos cuidarnos de los esqueletos, la ciudad esta repleta de trampas lo que hace que podamos morir en cualquier momento, hay que ir con cuidado y mirando el piso y las paredes todo el tiempo. Una característica interesante y positiva es que podemos usar esas trampas contra los enemigos, podemos empujarlos a ellas, atraerlos con nuestro látigo, o simplemente esperarlos para que corran a ellos.
Respecto del sistema de combate el juego ofrece una experiencia algo extraña, por momentos lo veo brillante usar un látigo para atraer enemigos o objetos, para derribar enemigos apuntando a los pies o inclusive cegarlos al golpearlos en la cara. Pero no es el única arma que tenemos, nos acompaña una espada que será reemplazada si compramos otras en los “Genios”, podemos usar una cimitarra, una espada de punta, un bastón, una antorcha, etc. cada una con valores de daño diferente y que en ocasiones no será mejor cambiar.
Un gran problema en este tema es que los “hit” boxes no están bien realizados al 100%, por momentos al querer golpear a los enemigos fallaremos, algo que es un poco tedioso y molesto a la hora de jugar. Por otro lado la reiteración de enemigos que hacen exactamente lo mismo, y por otra parte la imposibilidad de cambiar a armas de rango o alguna manera de conseguir algo adicional para hacer mientras peleamos, vuelve al juego más repetitivo de lo que es.
Gráficamente el juego cumple muy bien, el motor gráfico tiene todas las tecnologías actuales, como sombreado y partículas y respecto a la música y el sonido también, los golpes de espada y del látigo son magníficos. Estos puntos son positivos para el título, los reflejos de las luces (lo corrí en ultra al juego), los enemigos, los ciclos de día/noche son excelentes.
Conclusión
Resumidamente, el juego es rápido, es repetitivo, y ofrece muy poco contenido por lo que en poco tiempo terminas probando todo. El diseño del título es interesante, a nivel gráficos y sonido cumple totalmente y es bastante atractivo. Respecto de la creación de mapas procedurales, la realidad es que son bastante parecidos unos a otros, lo que cambiará simplemente será el recorrido pero a nivel escenario vemos lo mismo una y otra vez.
Sin dudas es un mundo único, ofrece una experiencia de juego divertida y para pasar el rato, pero lejos esta de ser un juego para dedicar horas y horas. Las armas e ítems son acotados, nos brindan versatilidad pero tampoco tenemos muchas opciones, de hecho prácticamente que usamos lo mismo siempre.
Es un juego que necesita un núcleo de donde agarrarse, un extra que le de al jugador ganas de seguir dentro del título, si bien es un juego de “runs” para hacer terminar y volver a empezar como muchos de estos géneros, es demasiado repetitivo y carece de elementos básicos.