Científicos de Suiza han desarrollado un método que multiplica por diez la velocidad de transmisión de datos en cables de fibra óptica.
Una gran mejora de la capacidad se basa en la reducción del espacio entre los pulsos de luz emitidos para enviar información, y no necesita alterar el propio cable de fibra.
Ellos modifica el modo en el que funcionan los emisores. Con la nueva tecnología es posible superponer parcialmente los pulsos de luz para aprovechar los espacios que antes quedaban libres, aumentando así el ancho de banda notablemente.
Explican que la sincronización de pulsos es casi perfecta con este método:
Estos pulsos tienen una forma que es mucho más puntiaguda, haciendo posible que encajen entre sí, un poco como encajan las piezas de un rompecabezas. Todavía existe un poco de interferencia por supuesto, pero no en los sitios donde realmente leemos los datos.
Camille Brès y Luc Thévenaz son los investigadores, hasta ahora nadie había conseguido llevar a cabo algo como esto, sin echar mano de sofisticadas infraestructuras. Los investigadores suizos utilizaron un simple modulador láser para peinar las frecuencias hasta conseguir varios pulsos que se pudieran multiplexar con diversos espectros rectangulares.
El profesor Thévenaz asegura que la tecnología está totalmente lista para utilizarse, es relativamente barata y podría incluirse en un simple chip: Hasta parece demasiado bueno para ser cierto, reconoció el científico.