China está poniendo todos sus esfuerzos para desarrollar su propia CPU, pero el problema es que el Gobierno tiene planes de construir también una GPU “nacional”. Sin embargo, hasta entonces, los expertos quieren tener una infraestructura completa de computación gráfica.
Los altos funcionarios del país quieren tener muchos laboratorios donde los estudiantes y los científicos puedan aprender a utilizar mejor las capacidades de cálculo de las GPUs y luego empezar a trabajar en la arquitectura gráfica “nacional”.
Para llegar a este resultado, China ha estado tratando de comprar unos 10 millones de GPUs y obtener el controlador de código fuente como una bonificación o acuerdo combinado.
El plan consistía en pagar la cantidad completa para la GPU y obtener el controlador de código fuente gratis, dado el gran pedido.
Otra opción fue negociar el mejor precio para la GPU, pero pagar por el código fuente, mientras que la tercera opción fue negociar el precio por separado para ambos activos necesarios y seguir adelante sólo si se aceptan ambas ofertas.
Según los rumores recientes, la empresa con la que negociarán los expertos chinos es AMD, aunque inicialmente los expertos tuvieron la intención de cerrar el trato con Nvidia.
A este rumor también se añade el hecho de que el director ejecutivo actual de AMD es el exdirector general de Lenovo y éste último es uno de los principales fabricantes chinos parcialmente controlados por el Gobierno.
Las estimaciones brutas del trato giran en torno a la suma de medio billón de dólares, dado el hecho de que habrá muchas peticiones posteriores de ingeniería, concesión de licencias y compatibilidad.