Finalmente el conflicto entre Blizzard y Valve en torno a la marca «DOTA» (Defense of the Ancients) ha llegado a su fin, gracias a un acuerdo por el que ambas compañías podrán utilizar dicha denominación en sus títulos.
Con esto Valve lanzará el juego DOTA 2, mientras que el DOTA de Blizzard pasará a denominarse como Blizzard All-Stars, aunque podrá seguir utilizando la marca en Battle.net para los mods diseñados por los usuarios tanto en Warcraft III como en Starcraft II.