La computación cuántica es el futuro, ayuda a los métodos computacionales clásicos a lograr velocidades monumentales en algunos problemas clásicos. Por ejemplo, puede ayudar a modelar datos financieros y aislar factores de riesgo globales claves para realizar mejores inversiones, de una manera mucho mas rápida. Y pueden hacer que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, sean mucho más poderosos.
A diferencia de las computadoras clásicas, los sistemas cuánticos generalmente requieren sistemas de enfriamiento por debajo de los -170 grados para que funcionen.
En Quantum Brilliance, una empresa emergente de Australia y Alemania, los investigadores han estado desarrollando aceleradores cuánticos basados en diamantes. De esa forma ya tienen la primera computadora cuántica del mundo en funcionar con temperatura ambiente en el Centro de Supercomputación Pawsey de Australia. Si bien no tenemos mucha información sobre la capacidad computacional del sistema, sabemos que está enlazada con HPE Setonix, la supercomputadora HPE Cray EX de Pawsey.
La idea de todo esto es buscar la forma de integrar estas computadoras cuánticas con el hardware y software actual, para un mejor su uso. Mientras tanto, los aceleradores de diamantes Quantum Brilliance siguen siendo una especie de caja negra, ya que la tecnología es conocida por la startup y las universidades australianas colaboradoras, por ahora todo es un secreto.
Todo lo que se es que la compañía está aprovechando un centro nitrógeno-vacante en los diamantes, que supuestamente tienen el tiempo de coherencia más largo de cualquier estado cuántico a temperatura ambiente. Esto se traduce en un qubit que puede operar en cualquier lugar donde pueda hacerlo una computadora clásica.
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