Batman: Arkham Origins utiliza Unreal Engine 3, aunque añade mejoras DirectX 11 como la teselación, Ambient Occlusion HBAO+, Percentage Closer Soft Shadows y Depth of Field . Además del uso de tecnologías exclusivas de NVIDIA como TXAA y PhysX, y este efecto de físicas como siempre en Batman a dos niveles: normal o alto.
Prueban 30 tarjetas gráficas de AMD y NVIDIA con los controladores GeForce 331.58 beta y Catalyst 13.11 beta 6. Utilizan la herramienta incluida en el juego para su testeo. Curiosamente vemos en la página de sumario algunas configuraciones multiGPU que luego no aparecen en las tablas.
A nivel de CPU el juego aprovecha hasta 4 núcleos, así Haswell es quien da mejor rendimiento, el FX-8350 no alcanza los niveles de los mejores procesadores de Intel, pero tampoco obtiene un mal rendimiento y es que no dependemos mucho de CPU, incluso el peor procesador, un Athlon II X2 265 obtiene unos excelentes 59 FPS a 1920×1200 con una GTX Titan y con FSAA.
El overclock practicado al procesador, aunque innecesario sí demuestra que ofrece mayor rendimiento, con un Haswell pasamos de 169 a 180 FPS entre 2,5 y 4,5 GHz. Con un FX-8350 entre 2,5 a 4,5 pasamos de 131 a 155 FPS.