Se cumplen tres años de la decisión de AMD de dividir su estructura en distintas empresas, una medida que terminó por dejar a un lado la AMD de toda la vida (junto a ATI) y por otra la parte de producción de chips, que a partir de ese momento llevaría GlobalFoundries, en la que eso sí, AMD mantendría cierta participación.
Sin embargo AMD ha anunciado que abandona del todo su participación en la empresa, cediendo su actual 8,8% -esa participación era del 34,2% en 2009- para tratar de ganar flexibilidad en la producción.
Anteriormente AMD solo podía fabricar APUs de 28 nm con GlobalFoundries, pero con el nuevo acuerdo AMD podrá trabajar con otras plantas de producción como las de TSMC.
Esto, no obstante, tendrá un coste importante: AMD no solo cede su participación del 8,8%, sino que también tendrá que pagar al fabricante unos 425 millones de dólares en el primer trimestre de 2013, lo que sumado a esa participación hace un total de unos 703 millones de dólares por esa “carta de libertad”.
AMD tuvo que abandonar el proyecto de sus nuevos cores Krishna/Wichita debido a problemas de fabricación, y Llano también tuvo retrasos durante la mayoría de 2011, además de que los problemas de GF con las obleas de 32 nm también afectaron al negocio de AMD.