La infracción se referiría a la estructura modular para el transmisor y la estación móvil, una fórmula técnica para describir el modo en el que la frecuencia se distribuye en los teléfonos móviles.
Algo que no puede modificarse sin complicaciones que llevarían a tener que diseñar el terminal casi desde el principio y, por tanto, obligaría a retirar de las tiendas en Reino Unido el HTC One así como otros modelos del fabricante que hagan uso de la misma tecnología objeto de pleito.
Tras el veredicto emitido tiene que ser la propia Nokia quien la solicite. Adicionalmente la noticia sería negativa para HTC puesto que Nokia ha interpuesto demandas similares contra HTC por la misma infracción en otros países europeos por lo que podríamos estar ante el primero de una serie de decisivos reveses en la ya delicada marcha de la empresa de Taiwán.