Con Android 4.1 Jelly Bean dominando la actualidad del robot verde, empiezan a aparecer las primeras especulaciones sobre la próxima versión. Todo cabe indicar que se llamará Key Lime Pie, algo así como pastel de lima, pero ¿qué novedades podremos ver en esta nueva actualización?
Aspecto, más importante de lo que parece
Sin lugar a dudas Android 4.0 Ice Cream Sandwich supuso un cambio muy importante para la plataforma de Google. La interfaz gráfica del sistema operativo sufrió una transformación estética muy destacada, en gran parte fruto del trabajo de Matías Duarte, tras su llegada de la malograda Palm. Android 4.1 Jelly Bean no presenta grandes cambios en este aspecto ya que es continuista. Por esta razón hay quien ya piensa que la siguiente actualización se volverá a centrar en imprimir un nuevo cambio de look en una búsqueda por perfeccionar la simplicidad del sistema y sus opciones. Además, las últimas pinceladas de Microsoft sobre Windows Phone han pulido un producto que en un principio no acababa de convencer, pero que con el tiempo ha sabido ganarse lentamente al usuario. El truco está en una capa gráfica –Metro- muy sencilla, pero atrevida y muy rápida en su funcionamiento. ¿Acabará por ejercer el sistema de los de Redmond más presión a Google para perfeccionar el aspecto de su popular Android?
Rendimiento
Muy ligado a la interfaz está el comportamiento del sistema. Son muchas las críticas que ha recibido Android por su rendimiento y nuevamente aparece en escena Windows Phone. ¿Casualidad? El tema es que se ha dicho en numerosas ocasiones que Android necesita un hardware relativamente potente para “moverse” con fluidez mientras que otras como Windows Phone exige muchos menos recursos y funciona de una manera más optimizada. ¿Tiene la culpa la máquina virtual Dalvik? ¿Encontrará Key Lime Pie la solución en la implementación de Linaro?