Creada con la ayuda de una campaña de financiación colectiva, la consola Atari VCS está lejos de ofrecer los resultados que Atari esperaba de ella. En su informe fiscal más reciente, el fabricante reveló que finalizó sus contratos actuales de fabricación de la consola, mientras revisaba sus estrategias para el mercado.
La decisión llega en un momento en que los ingresos obtenidos por la consola se desplomaron en un 92% en el lapso de un año. En el año fiscal 21/22 reportó USD 2.44 millones en ingresos, esa cifra ha bajo a solo USD 212,466 en el período que cubre los años 22/23.
Según Atari, la situación es el resultado de una “una mala venta de cartuchos y un rendimiento inferior al esperado en la VCS”. A pesar de haber dejado de fabricar el dispositivo, la empresa garantiza que seguirá manteniéndola en stock y entregando las unidades adquiridas por los consumidores.
Atari apuesta por una nueva estrategia de hardware
La compañía también afirma que apostará por una nueva estrategia comercial, que pasa por el desarrollo de “nuevo hardware complementario al Atari VCS”. Según la empresa, esto sucederá con la ayuda de socios externos, quienes producirán accesorios bajo un modelo de licencia.
Para aumentar los ingresos, Atari también está considerando otorgar licencias de sus propiedades intelectuales a “marcas internacionales reconocidas y respetadas”. También tiene la intención de continuar con sus inversiones en los segmentos de criptomonedas y NFT, a pesar de que han estado sufriendo grandes volatilidades en los últimos meses.
El Atari VCS se vende actualmente por USD 199 en Estados Unidos y viene con 100 juegos clásicos. Equipada con una APU AMD Raven Ridge 2 y 8 GB de memoria RAM, el producto también puede funcionar como centro de entretenimiento y cuenta con juegos por streaming, además de su propia tienda se juegos y contenido adicional.
Fuente: Tomshardware