Así que los más intrépidos y aventureros disponen ahora de una nueva cámara digital que los acompaña a todas partes por muy duras que sean las condiciones: BenQ ha lanzado su primera cámara sumergible, bautizada como LM100.
Algunos detalles técnicos: 14 megapíxeles, un zoom óptico de 4x, pantalla LCD de 2,7 pulgadas, memoria interna de 10.2 MB ampliable con tarjeta SDHC (hasta 32GB) y SDXC (hasta 64GB), salida digital compatible con USB 2.0, balance de blancos (automático, luz diurna, nublado, fluorescente H y L, manual…), flash con reducción de ojos rojos, peso de 140 gramos sin batería…
¿Cuánto se puede bucear con la cámara? Durante dos horas y hasta una profundidad de cinco metros. Y cómo aguanta el agua, con mayor razón aseguran que está bien protegida de la arena de las playas. Así que la cámara puede acompañar a su dueño a todas partes en el verano: En la tumbona y en el baño en el mar.
Parece que la han fabricado para los más patosos y para los aventureros, porque soporta caídas de hasta 1,5 metros y la presentan como una cámara pensada para los aficionados a deportes en condiciones climáticas extremas de bajas temperaturas: Esquí, alpinismo, snowboard… por lo menos aguanta hasta heladas de -10°C.
Y como podéis suponer, si en las cámaras normales tenemos el modo paisaje, modo retrato, etc. ahora con esta cámara sumergible hay el “Modo Subacuático”. ¿Qué tiene de especial este modo? Que añade profundidad y unos colores más auténticos.