Hace una semana hablamos de que Nepal estaba prohibiendo PUBG. Ahora nos enteramos que el Parlamento Iraquí votó este miércoles por unanimidad la prohibición de los videojuegos PUBG y Fortnite por incitar a la violencia. El parlamente considera una amenaza para la sociedad Iraquí y que también ha provocado divorcios.
«El Gobierno pidió prohibir y bloquear todas las actividades relacionadas con estos videojuegos, así como comercializarlos», asegura el parlamento.
Esta decisión afecta a otros juegos similares como la ballena azul, que a través de internet y mediante una serie de pruebas incita a los jóvenes a suicidarse.
No tenemos que explicar que PUBG y Fortnite son de los videojuegos más populares, son juegos en donde cien jugadores entran a un mapa y solo sale uno vivo o un equipo de 4.
Esta prohibición tiene como base que dichos juegos son una «amenaza para la seguridad social, moral y educativa en todos los niveles de la sociedad Iraquí», ya que tiene «efectos negativos para la salud, cultura y seguridad», en especial para «los niños, jóvenes, estudiantes en colegios y universidades».
El Parlamento se dirigió «al Ministerio de Comunicaciones y los medios de comunicación para que tomen todas las medidas técnicas apropiadas con el fin de implementar esta decisión».
Irak cuenta con numerosos adeptos a ambos videojuegos ademas de una gran cantidad que juegan con los teléfonos.