La Estación Espacial Internacional se esta preparando para la llegada de su primer tripulante androide, según los medios estatales rusos. La agencia espacial Roskosmos ha aprobado un plan preliminar para enviar a un par de robots humanoides al espacio, los robots llamados FEDOR llegaran en agosto de 2019, según «una fuente en la industria espacial».
Los robots en el espacio se han convertido en algo común para las superpotencias espaciales: los EE. UU por ejemplo, tienen dos rovers operacionales en Marte, China tiene un módulo de aterrizaje lunar en la Luna y varios más en camino, y Rusia tiene varios rovers desaparecidos, tanto en la Luna como en Marte. En 2011, la NASA envió a Robonaut 2, un robot «humanoide» de 146 kilos, controlado manualmente, a la ISS para estudiar cómo podrían usarse esos robots para realizar tareas simples, repetitivas o especialmente peligrosas.
Los robots FEDOR de Rusia “volará por primera vez a la ISS como miembros de la tripulación, y no como carga en el compartimiento de transporte“. RIA Novosti escribió y agregó que los robots volarán en un cohete Soyuz no tripulado. Los medios estatales lo llamaron una “buen movimiento de relaciones públicas“.
Originalmente diseñados para trabajos de rescate, los robots FEDOR ahora tienen la posibilidad de realizar diversas acciones similares a las de los humanos, como flexiones, levantamiento de pesas, utilizar herramientas, manejar y dar golpes. En 2017, los FEDOR estuvieron practicando tiro con armas de fuego.
El viceprimer ministro Dmitry Rogozin posteriormente dijo por Twitter que los robots FEDOR «están lejos de ser un Terminator», sino que forma parte de un esfuerzo mayor en desarrollar la inteligencia artificial en varios campos».
“Fue diseñado inicialmente como una prueba de concepto, y el rol espacial de este robot se implicó desde el principio. Sí, es un ‘androide’ militar muy efectivo en vídeos oficiales donde se disparan sus armas, pero en definitiva es un marco de trabajo de doble uso para proyectos difíciles como trabajar en el espacio o en otros entornos peligrosos”, señaló Sam Bendett, un analista de investigación asociado ruso en el Consejo de política exterior estadounidense.