Samsung Electronics, SK Hynix y Micron Technology, los tres principales fabricantes de DRAM del mundo, podrían recibir una multa de hasta US $ 8 mil millones en China por supuesta fijación de precios, según fuentes de la industria.
Los precios de DRAM han estado subiendo desde 2017, presionando la rentabilidad de los vendedores de teléfonos inteligentes en China. La cuestión ya llamó la atención de la Oficina Antimonopolio del Ministerio de Comercio de China, que se reunió con Samsung para expresar su preocupación en diciembre de 2017. Sin embargo, dicha intervención no impidió que los precios de DRAM siguieran subiendo en el primer trimestre de 2018.
En mayo de 2018, los reguladores antimonopolio chinos se reunieron con otro importante proveedor de DRAM, Micron, para expresar sus preocupaciones sobre el continuo aumento de los precios de las DRAM. Más tarde, los reguladores iniciaron investigaciones a Samsung, SK Hynix y Micron, que en conjunto poseen más del 90% del mercado global de DRAM.
Samsung, SK Hynix y Micron han confirmado las visitas de los reguladores antimonopolio de China a sus oficinas locales. Las compañías dijeron que cooperarían, pero no dieron más detalles.
De acuerdo con la ley antimonopolio de China, Samsung, SK Hynix y Micron podrían recibir una multa de entre US $ 800 millones y US $ 8 mil millones si se determina que se han comprometido a fijar los precios, señalaron las fuentes. Las multas estimadas se basan en sus ventas de DRAM a China entre 2016-2017.
Los tres proveedores de DRAM, junto con Infineon y Elpida Memory, fueron multados previamente por los Estados Unidos por prácticas de fijación de precios entre 1999 y 2002. Infineon ya ha salido del negocio de DRAM, mientras que Elpida fue adquirida por Micron.
China se ha convertido en el mayor consumidor de memoria DRAM. El país importó $ 88,92 mil millones en chips de memoria en 2017. Como resultado, se alentó a las autoridades antimonopolio de China a lanzar una investigación de fijación de precios como la que tuvo lugar en Estados Unidos en 2002, luego de recibir una queja presentada conjuntamente por empresas de teléfonos inteligentes locales de China y otros proveedores de productos de tecnología de consumo.