Los usuarios que quieran tener un procesador Intel Coffee Lake de octava generación, deberán obtener una placa madre con un conjunto de chips de la serie 300, a pesar de tener exactamente el mismo socket.
Y es Por eso, que muchos usuarios preguntaban si habría compatibilidad antes de que fuera lanzada esta nueva serie de placas madre.
Sin embargo, sus esperanzas se cerraron cuando los fabricantes confirmaban que no serian compatibles, las placas madre viejas con los nuevos CPUs y las placas madres nuevas con los viejos CPUs. Intel reveló que hay diferencias en los pines que hacen que la compatibilidad sea imposible. Además, afirman que los requisitos de VRM son diferentes en las CPU de sexta, séptima y octava generación.
A pesar de estas declaraciones, ASUS confirmó en una entrevista que ES POSIBLE ejecutar CPUs de octava generación en placas madre Z270 y Z170. Como siempre, todo esto depende de Intel y la restricción que hay en las BIOS.
Pero ahora, parece ser, que algunos usuarios pueden hacer funcionar CPUs de octava generación en placas madre Z170.
Para garantizar que el VRM sea adecuado, se utilizo una placa madre MSI Z170 XPOWER Titanium, como se puede ver en las capturas de pantalla, la CPU es un procesador Intel i3-8350K.
Parece estar funcionando perfectamente bien en la placa madre, tanto en el BIOS como en Windows.
Como no es una solución oficial de Intel, algunas funciones, como los gráficos integrados y la ranura PCIe x16 principal, no funcionan.
Aunque es suficiente para conectar un monitor, no es suficiente para tirar un benchmark. Quizás estos pines de los que hablamos sean el problema, o quizás esto se solucione con una BIOS actualizada.