Muchos insectos, aves, peces y anfibios emiten luz como una forma de comunicarse entre sí, pero la especie que produce luz más eficiente es la luciérnaga. En un nuevo estudio, los investigadores han investigado las propiedades ópticas de la cutícula que emite luz en la luciérnaga, que no es mucho mas fuerte que otras luces artificiales.
Estos patrones se componen de microestructuras inclinadas que se encuentran sobre la superficie de nanoestructuras existente en la parte superior de la cutícula de la linterna de la luciérnaga.
Los investigadores pudieron comprobar que la función de estas estructuras diminutas consiste en optimizar la extracción de la luz para que sea más eficiente, así como ampliar el ángulo de la iluminación.
El principal problema que presenta el diodo OLED es la reflexión interna, ya que en muchas ocasiones más de la mitad de la luz producida se refleja de nuevo en el dispositivo después de haber sido emitida.
Teniendo esto en cuenta, los investigadores diseñaron los diodos OLED replicando las formas que habían encontrado en los patrones de las luciérnagas, consiguiendo un incremento del 60% en la extracción de la luz y una mejora del 15% en la amplitud del ángulo de la iluminación.