La guerra de patentes «cuasi-permanente» que azota al sector tecnológico mueve a las grandes compañías a querer «curarse en salud» antes de lanzar sus nuevos productos.
Este es el caso de los de Mountain View, que han solicitado cuatro patentes para asegurar la parte derecha de sus gafas inteligentes, conocidas como «Project Glass», zona donde se coloca la cámara y sus componentes internos, así como la parte del sensor situada en el puente y que le permite comprobar la identidad de la persona que las lleva puestas.
Por último, también se hace referencia en las patentes presentadas al uso del cristal como si fuese un panel diferente, donde se muestra por ejemplo un mapa en un cristal y unas instrucciones en el otro cristal.