Worms W.M.D. es la más reciente entrega de la ya legendaria saga, que comienza con “Worms” en 1995, lanzando títulos prácticamente de forma anual. Team 17 experimentó mucho a lo largo de los años con variaciones en gameplay, gráficos, plataformas, etc. Debo reconocer que desde Worms Armaggedon (1999) que no jugaba un juego de la saga. Muchos dicen que Worms W.M.D. es una “vuelta a las raíces”, lo cual explica porque me resulto tan familiar de entrada. También se dice que este es el mejor Worms en años, y sin tener la base comparativa, creo que entiendo el porqué de tal afirmación.
El gameplay básico del Worms es el mismo que yo recordaba de antaño: Se trata de un juego por turnos, en el que dos equipos de gusanos lucharán hasta la eliminación total del equipo contrario mediante la utilización de una gran variedad de armas, desde la bazooka básica hasta misiles teledirigidos, pasando en el medio por ovejas explosivas y el “puño de fuego” (que claramente referencia al shoryuken de Ken y Ryu). En cada turno, el jugador tomará el control de un gusano en particular, y durante un tiempo determinado podrá realizar movimientos y realizar un disparo de arma. La perspectiva es 2D lateral, y el juego se apoya en aplicar la física a prácticamente todas las interacciones entre los Worms y las distintas armas: Los misiles suben y caen formando una parábola que se verá afectada según el ángulo de disparo, los gusanos serán expulsados violentamente ante una explosión o golpe directo, y fundamentalmente el escenario se irá destruyendo paulatinamente a medida que avanza la partida.
El desafío consta en entender primero el funcionamiento básico de cada arma, y luego poder dominarlas para realizar disparos certeros. Este proceso, como se caracteriza en la saga, suele ser muy divertido. Los errores que cometamos causaran efectos humorísticamente catastróficos, generando situaciones muy graciosas (especialmente si se está jugando con otra persona). Esto le da a Worms un tono de comedia general, donde nos recuerda frecuentemente que esto es un juego y la idea es morirnos de risa un rato.
Hablando de multijugador, Worms puede ser jugado online contra otras personas, pero el juego brilla cuando jugamos con amigos que se encuentran con nosotros físicamente frente a la PC, turnándose en los controles. También cuenta con una campaña single player, con una serie de misiones que se van destrabando a medida que avanzamos. De alguna forma funciona como un tutorial progresivamente más complejo que nos permite aprender a utilizar las armas, y nos enseña mecánicas más complejas como el crafting, mediante el cual podemos combinar distintos elementos que encontraremos en los mapas para crear armas, incluyendo con las que originalmente no contamos en el mapa, lo cual le da una dimensión amplia con un gran abanico de posibles soluciones al juego.
Los gráficos a nivel técnico son bitmaps en 2D, que tienen muy buena definición y se ven muy bien, a su vez siendo súper suave el scrolling y los movimientos en general. El aspecto artístico es quizás una de las mayores virtudes del juego: El arte es sencillamente espectacular. Desde los distintos gusanos con sus trajes, voces y diferentes expresiones, hasta los escenarios súper detallados y coloridos, Worms derrocha personalidad.
Como conclusión, Worms W.M.D. es nada más ni nada menos de lo que un fanático de la saga espera: Gameplay sólido, entretenido y con mucho humor. Team 17 trajo la experiencia de jugar Worms que yo recordaba a 2016, con gráficos HD espectaculares y el gameplay actualizado pero no fundamentalmente alterado.
A Favor:
- Excelentes gráficos a nivel artístico
- Gameplay fluido y entretenido
- Humor
En contra:
- Precio un poco elevado (30 USD)
- La gran variedad de armas puede abrumar y quizás hay armas redundantes.