Finalmente, después de 3 años de espera (y una década desde el lanzamiento del juego que dio inicio a la
franquicia) los fans de la saga Gears of War tenemos un nuevo título listo para saciar nuestro apetito de
sangre, tripas, disparos, carreras a cubierta y ametralladoras con motosierras (Si existe un arma mejor
que la Lancer en el reino de los videojuegos no quiero conocerla).
Siendo que esta es la primera entrega no desarrollada por Epic Games (Para los que no están al tanto:
Gears of War es ahora propiedad de Microsoft, y la labor de continuar exprimiendo la saga recayó sobre
la gente de The Coalition, previamente conocidos como Black Tusk Studio) había cierta preocupación
por parte de los fans en torno a la calidad del juego y cómo se compararía con sus excelentes
predecesores. Esto, sumado a que la saga ya había tenido un cierre oficial con la tercera entrega y la
calidad del Gears of War Judgment, sin ser para nada un mal juego, no estaba a altura de los anteriores,por ende generaron un ambiente de cauta felicidad cuando el anuncio se dio a conocer al público. A todos
aquellos que estaban conteniendo la respiración les digo felizmente: Respiren tranquilos, el juego
cumple diligentemente con sus obligaciones, tal vez DEMASIADO diligentemente. Si bien nadie
esperaría un cambio radical a esta altura de las circunstancias, el juego se siente demasiado cómodo de
ser un Gears, y repite la fórmula de las entregas anteriores al pie de la letra, tildando todas las casillas
obligatorias.
El juego continúa los eventos de las entregas anteriores, ubicándose 25 años después de los sucesos del
Gears of War 3, con la raza humana finalmente conviviendo en paz luego de haberle puesto fin a la raza
intraterrestre conocida como Locusts y el combustible viviente Imulsion. Tal vez una de las cuestiones
más peculiares e interesantes para los fans de la saga es que durante el prólogo revivimos
brevemente eventos que hasta este punto nunca habían sido tocados en los juegos, como la guerra de
Aspho Fields y el E-Day. Estos segmentos son sumamente breves, pero traen de vuelta algunas caras
conocidas y son una excelente excusa para aprender las nuevas mecánicas del juego. Obviamente no
todo es lo que parece, y eventualmente nos encontramos al mando de un grupo de renegados que
rechazan el gobierno establecido por el COG (Coalition of Ordered Governments), lo cual lleva otro
punto llamativo para la saga: Los enemigos contra los que nos enfrentamos en un principio no son
abominaciones de la naturaleza, sino robots (Y durante los eventos de Aspho Field nos enfrentamos
contra humanos). Obviamente es solo cuestión de tiempo para que todo sea como tiene que ser, las
cosas se vayan debidamente al diablo, y estemos masacrando a una nueva raza conocida como “Swarm”
la cual amenaza la dominancia de los humanos como raza suprema.
El modo campaña es entretenido y por fortuna, variado. El ritmo del mismo se siente más a la par de la
tercera entrega (sin la grandilocuencia de la misma), dejando de lado el frenetismo casi caótico del
Judgment. Los encuentros belicosos son separados por momentos de extrema tranquilidad, y fiel a sus
predecesores el juego nos ofrece ocasionalmente vehículos para cambiar un poco el ritmo de la acción.
Un cambio significativo en la campaña son algunas escenas extraídas casi directamente del modo Horde,
donde nos encontramos a cargo de la defensa de una zona y el enemigo caerá sobre nosotros en rondas,
teniendo la opción de fabricar armas y defensa durante los descansos. El único problema es que la
campaña se siente relativamente corta (unas 9 horas aproximadamente, menos todavía si no se
molestan en buscar los items ocultos o lo juegan en baja dificultad), y el final llega abruptamente, sin
sentir que hubo algún progreso en la historia ni alcanzar algún clímax relevante. El último capítulo es
obscenamente fácil, y se siente más como una escena de bonus glorificada más que un verdadero
desenlace. El juego no tiene un gran antagonista definido, presenta muchas incógnitas pero muy pocas
respuestas, y se nota que la función de esta entrega es simplemente la introducción de una nueva saga
en la línea Gears.
Uno de los puntos más característicos de la saga son las armas, y por fortuna esta entrega no defrauda.
Hay una excelente mezcla de armas clásicas y nuevas, y la gran mayoría son interesantes y entretenidas
de usar. Entre las nuevas mecánicas de juego encontramos un sistema de cobertura y carrera agilizado
en comparación con los anteriores, y nuevos movimientos ofensivos como la posibilidad de sacar a
nuestro rival de cubierta y ejecutarlo con un simple comando (práctica que puede ser contrarrestada
con presionar un simple botón). La inteligencia artificial es sorprendente por momentos, con enemigos
que al estar cerca de la muerte llevan a cabo maniobras desesperadas (y en ocasiones suicidas), y rivales
que tratan (y en muchos casos logran) ejecutarnos sin mayor esfuerzo, inclusive utilizando técnicas que
hasta ahora solo eran posibles para los jugadores humanos.
En lo que refiere al apartado gráfico el juego utiliza el Unreal Engine 4, y las diferencias a nivel técnico
con sus predecesores saltan a la vista, aunque al tener una dirección artística igual a los anteriores es
más en los detalles que en el gran plano. Ocasionalmente el juego ataca al jugador con devastadoras
tormentas, y más allá de los cambios que eso produce en las armas del jugador y en el medio ambiente,
los efectos visuales de las mismas son realmente asombrosos. Aunque gran parte de la acción transcurre
durante la noche cuando el juego decide mostrarnos color, lo hace en gamas hermosas y variadas. Los
ambientes por los que nos movemos varían drásticamente, yendo desde cerrados y opresivos a zonas
totalmente abiertas en el medio del bosque, y es este cambio de escenarios lo que también ayuda es a
evitar la monotonía y el agotamiento visual. La música se deja escuchar y es sumamente agradable,
pero ningún tema es realmente destacable y en general no tiene el impacto de entregas anteriores. Por
desgracia es notoria la ausencia del tema principal de la saga, el cual realmente se extraña.
Si vamos a los settings de la placa de video en la versión PC, son 30. Si…30. Debemos decir que el motor gráfico tanto en Xbox One como en la PC, esta muy bien optimizado. Nuestro viejito i7 Sandy Bridge con una Gtx 1060 ha sido capaz de mover el juego en version Alta y Ultra sin problemas, habiendo poca diferencia entre ambas settings.
Los modos multijugador incluyen los que ya son de esperar de la saga: El modo historia puede ser
jugando en modo cooperativo con dos jugadores (una pena considerando que entregas anteriores
permitían jugar el modo historia hasta con 4 jugadores), tanto en pantalla dividida como online o LAN.
Los modos versus cuentan con clásicos como Warzone (La versión de Gears del clásico Deathmatch),
Team Deathmatch y King of the Hill, y 3 modos de juego nuevos: Dodge Ball, donde cada enemigo que
matamos nos permite revivir un jugador de nuestro equipo (similar al juego de los quemados), Arms
Race, donde las armas del equipo rotan cada 3 enemigos derrotados y el objetivo es obtener 3 victorias
con cada una de las 13 armas del modo, y Escalation, un modo diseñado con los e-sports en mente
donde dos equipos luchan para mantener posesión de diferentes anillos ubicados en el mapa y hacerse
con más puntos. También hay un modo coop, donde un grupo de humanos se enfrenta a un grupo de
bots, y haciendo su regreso triunfal vuelve el entretenido modo Horda, el cual sigue siendo para 5
jugadores pero al igual que en el Judgment se pueden elegir diferentes clases (Soldier, Heavy, Scout,
Sniper y Engineer, obviamente cada uno con diferentes armas y habilidades), y nuevamente contamos
con la posibilidad de construir armamento y equipo para ayudarnos a resistir los constantes embates de
los enemigos.
Nuevo es el sistema de ranking individual de cada jugador, el cual nos ubica en uno de cinco grupos
posibles dependiendo de nuestra habilidad con el fin de tratar de emparejarnos con jugadores de
nuestro mismo nivel (Qué tan bien funcione esto habrá que verlo con el tiempo). Para los fans más
obsesivos será motivo de alegría saber que vuelven los Re-Ups, o sea la posibilidad de volver a nivel 1
una vez alcanzado el máximo nivel, y hay un total de 10 re-ups. Y para los que realmente aman la saga
también tenemos el regreso del mítico achievement “Seriously”, cuyos requerimientos esta vez van a ser
menos exagerados que en entregas anteriores, pero no por eso va a ser más sencillo de obtener (O
menos consumidor de tiempo).
Podría resumir esta review en un par de simples palabras: Si te gustaron los Gears of War que salieron
hasta ahora, te va a gustar este. Si no te gustaron, este no va a cambiar tu opinión. La quinta
entrega de la saga hace poco para sacudir los paradigmas establecidos, y no se avergüenza de ser poco
más que la introducción a una nueva serie de eventos que seguramente alcanzarán su cenit más
adelante, pero cuando las cosas funcionan más de lo mismo no es algo malo. El juego es sumamente
entretenido, algunos sucesos del modo historia seguramente harán sonreír a más de un fan (estuve con
una sonrisa de oreja a oreja durante todo el último capítulo), el apartado gráfico es realmente hermoso,
y la variedad de modos multiplayer van a mantener ocupados a los fans durante bastante tiempo.
El juego ya esta disponible a partir de hoy para quienes hayan comprado la versión Ultimate. Para quienes compren o reserven la version normal, el juego sale el 11 de Octubre para Xbox One y PC (con el ya conocido sistema Xbox Anywhere) con Windows 10 y Anniversary Update.
A Favor:
- Modos online
- Decenas de Armas
- El Unreal Engine 4
En Contra:
- Es corto en su modo Historia
Review utilizando Xbox One y PC con las siguientes caracteristicas: i7 2600k Sandy bridge, 8gb DDR3, nVidia Gforce GTX 1060, HDD Mecánico 2TB.