Microsoft introdujo ayer por la tarde en su evento del E3 al modelo final de Project Scorpio, llamado finalmente Xbox One X, una poderosa consola a la altura de cualquier PC gamer de gama media-alta, mostrando efectivamente que los planes de Microsoft, como ellos mismos mencionaron en reiteradas ocasiones, son integrar las consolas y las PCs.
Para que tengan una idea del poder de esta consola, su gráfica tiene 2560 SPs a 1172MHz, frente a los 2304 SPs a 1340MHz de la RX 580 de AMD, y un ancho de banda de 302Gb/s frente a los 256 GB/s de la RX 580. (Son totalmente comparables ya que utilizan la misma arquitectura.)
Por el lado del procesador, tiene un procesador personalizado con 8 núcleos a 2.3GHz, que en caso de tener arquitectura Ryzen estaría ofreciendo un increíble poder de procesamiento en una consola.
A todo esto se le suman sus 12GB GDDR5 de memoria de sistema, y un disco de 1TB. En conjunto se obtiene un poder de procesamiento de 6 Teraflops, prácticamente lo mismo obtenido por una RX 580, en una consola.
Sumando un SO mas liviano y la optimización para hardware específico los resultados que debería ofrecer esta nueva consola son impresionantes, ofreciendo el nivel de una PC de gama alta en una consola: Llegó el fin de las bromas de los 60 FPS?
La consola será compatible con todos los accesorios de Xbox One, como también con todos los juegos anteriores, los cuales correrán mejor en la Xbox One X pese a no tener optimización, y pronto deberían empezar a llegar actualizaciones para mejorar su rendimiento, y los juegos serán lanzados de fábrica listos para sacarle todo su poder a esta consola.
Su diseño además es muy similar a la Xbox One S, y su tamaño es aún mas chico, para poder cambiar rápidamente de consola gracias a que hasta tiene la misma ubicación de puertos.
La consola llegará a los principales mercados el 7 de noviembre, a un loco precio de U$S 499.99, un precio impresionante para un hardware de este nivel.