Canadá se ha convertido en un país pionero en cuanto a nuevas tecnologías. Han aprobado una ley que establece que el acceso a Internet de banda ancha se convierta en un servicio básico. Es decir, el gobierno canadiense considera que todos los ciudadanos tienen derecho a poder conectarse a la red con un mínimo de calidad y velocidad. Y para conseguirlo, se va a crear un fondo de 750 millones de dólares para construir la infraestructura necesaria. El objetivo es garantizar, como mínimo, 50 megabits de bajada y 10 de subida en todo el territorio nacional.
El futuro de las empresas y de la economía depende en gran medida de Internet. Por lo que no es descabellado pensar que después de Canadá van a ser más los países que apuesten por convertir el acceso a la red en un servicio básico. En lugares como América Central o Sudamérica puede ser toda una oportunidad para impulsar los países donde Internet ya funciona bien pero también para resolver los problemas de conexión que tienen otros como Costa Rica o Venezuela.
En los últimos años Internet se ha desarrollado a pasos agigantados en muchas partes de América Latina. La revolución de los smartphones, sin duda, es una de las causas. Pero lo cierto es que, como ocurre en casi todo el planeta, cada vez más gente necesita estar conectado. Uruguay, Chile, Brasil y México son algunos de los países más preparados en este sentido. Pueden presumir de contar con un servicio de banda ancha de calidad. Algunos, incluso, superan el promedio mundial de velocidad en navegación, que es de 8,5 Mbps.
En México, además, cuentan con otra ventaja: su cercanía con Estados Unidos. Compañías como T-Mobile son conscientes de su trascendencia en el mercado latino y ofrecen planes especiales de servicios de banda ancha, SMS y llamadas internacionales para facilitar la comunicación entre México, Estados Unidos y Canadá, como si entre ellos no existieran fronteras. Sin duda, que este tipo de compañías operen en el país también contribuye a mejorar la calidad y la velocidad de Internet.
La otra cara de la moneda le encontramos en Venezuela y en Costa Rica. Ofrecen una velocidad de navegación de 3,88 Mbps y 2,55 Mbps, respectivamente. Y junto con El Salvador son los países de América Latina con el Internet más lento desde los celulares. En el caso de Venezuela, los problemas de conexión se deben a que falta inversión para impulsar la red, para lo que también influyen los conflictos políticos que tiene el país, tanto nacionales como internacionales.
Garantizar el acceso a Internet con velocidad y calidad, tal y como se ha comprometido Canadá, conlleva también garantizar la igualdad, ya que Internet es hoy por hoy la mayor fuente de conocimiento. Pero hay más razones para impulsar el derecho a conectarnos. ¿Cuáles son tus argumentos a favor de que Internet se convierta en un servicio básico?